Dicho esto, vamos al tema, aunque antes de nada, permitidme que trate este tema de un modo un poco más superficial de lo que acostumbro, ya que son muchos los pasos que tuve que dar durante bastante tiempo, y describirlo todo sería una tarea muy extensa.
Creo que de tod@s vosotr@s (o la mayoría) es conocida mi profunda admiración por la banda riojana Tierra Santa en general, y más concretamente, por su bajista Roberto en particular. Tal vez tenga en esto algo que ver que uno ha tenido sus años de bajista tiempo atrás.... El caso es que uno de los retos que yo tenía desde hace años, era intentar construir un bajo eléctrico. Pero claro, eso es algo que a priori, me caía muy grande: Una cosa es tener experiencia como carpintero, que es mi caso, y otra muy distinta enfrentarse al mundo de la luthería así, a las bravas, sin ningún conocimiento ni experiencia previa. Por eso que, ya desde el año pasado, he invertido muchas horas en la búsqueda de información sobre las diferentes formas de construcción de un bajo, intentando empaparme lo máximo posible de todos los foros y sitios web que contienen información al respecto. También tuve la suerte de poder conocer a través de la red a Álvaro, de Custom Guitar Jaen, quien me ha ayudado desde la distancia dando respuesta a muchas de mis dudas. ¡Gracias!.
A la vez que buscaba información y veía los diferentes métodos de construcción, creí que sería fundamental basarme en algún modelo ya existente, un modelo con sobrada trayectoria en el mercado y con una de sobra contrastada valía. Se me vino a la cabeza el modelo Jazz Bass, de Fender, del cual precisamente Roberto tiene un bonito ejemplar. De este modo, tal vez, él podría prestarme su ayuda en caso de necesitar algún dato o medida en concreto del instrumento:
Fue en este momento, y ya con el Jazz Bass como base, cuando comencé a cavilar como podrían ser las lineas del instrumento que yo quería construir. Entonces, se me vino una idea a la mente: ya que mi reto es la construcción de un bajo, y no su utilización posterior, ¿por qué no buscar la inspiración en Roberto, y construir el bajo específicamente para él?...., es una opción...., pensemos....: Él es un tío grande, tanto como persona, como físicamente, por lo que el instrumento ha de ser también grande. Él siempre viste de negro encima de las tablas (como el resto de la banda), por lo que el instrumento ha de ser claro, y su decoración y detalles oscuros para un correcto realce. Él es único y especial, y el instrumento ha de serlo también en todas sus configuraciones (cuerpo, pala, controles,....). Con estas pautas a seguir, y con Tierra Santa y Roberto como inspiración, comencé a gestar las formas del instrumento.
Tras varios días dibujando y trazando lineas, el diseño está listo, por lo que es ya el momento de comenzar a buscar las mejores opciones para comprar los componentes y electrónica del aparato.
Lo primero que tengo claro es que mi creación ha de llevar circuitería activa. Después de barajar varias opciones, las pastillas elegidas son las MEC M60201. Unos meses después, aprovechando un viaje a Madrid, me acerqué a las instalaciones de Madinter, en Cerceda, para comprar la madera y comenzar la construcción. Madinter abastece a la industria manufacturera de la música, y a cualquier persona o entidad que se dedique a construir instrumentos musicales. Entre sus clientes se encuentra Fender, por lo que no imagino un lugar mejor en donde adquirir la madera para mi propósito. Además, Fender usa para su modelo Jazz Bass maderas claras (fresno para el cuerpo; arce para el mástil y el diapasón), justo lo que yo buscaba, por lo que mi apuesta por estas maderas es inapelable. De este modo, al menos podré saber a ciencia cierta que, si el bajo no suena bien, no va a ser por culpa de la madera.
Antes de comenzar a trabajar la madera, lo que toca es preparar las plantillas. Para el cuerpo, ensamble del mástil y pastillas, realizo las plantillas sobre una vieja chapa de DM, mientras que para el mástil, únicamente es necesario transformar la parte de la pala en la plantilla que compré junto con la madera.
Mi tío Manolo está jubilado, por lo que en esta ocasión no es en su taller donde se preparó la madera, si no que, aprovechando el interés que tiene Fino por todo lo que en madera se pueda contruir, me dirijo al taller de éste para proceder a dar forma a estos trozos de madera. La forma de hacerlo es con una fresadora manual dotada de fresa para perfilar. Aquí comienza lo serio y delicado, un movimiento en falso y adiós....
Una vez labrado y perfilado, es el momento de realizar el encaje para el alma, que será de doble acción:
A continuación, se encola el diapasón:
Y ya con todas las piezas mecanizadas, regreso a mi taller para continuar con el proceso de construcción. Pero no sin antes agradecer a Fino todo su tiempo y ayuda en estas tareas, ¡gracias!
Turno ahora de terminar los encajes para los componentes electrónicos....:
....y lijar los cantos:
Realizando las incrustaciones de nácar negro sobre el diapasón:
Turno ahora de dibujar, perfilar y colorear el logo de Tierra Santa, el cual he elegido para decorar el cuerpo, estando éste plasmado de forma parcial, con nogalina, y en una sola tonalidad. A continuación, le doy una mano de imprimación:
Acto seguido, se prepara todo correctamente.... ¡y a barnizar!:
Transcurrido este periodo de tiempo, retomo la actividad. Es turno de encastrar los trastes en el diapasón. ¿De qué modo?, pues sí, de ese en el que estás pensando, ¡a martillazos!:
Ahora ya se pueden colocar algunos componentes como el clavijero:
Y repasando los trastes:
Hay que probar ahora que todo va bien: el sonido, tras probarlo en el Academy que me prestó Rogelio (¡gracias!), parece bueno. Toca ahora dar al mástil la curvatura correcta, octavar todas las cuerdas y ajustar su altura, ajustar la altura de las pastilllas,....:
Y tras todos los procesos de ajuste, el bajo está listo a tiempo para la fecha en que yo tenía programado mi viaje a Logroño. Ahora...., ¡sorpresaaa!!:
Un placer ver y sentir que el presente que se realiza a un amigo, pueda ser aceptado con tanta alegría e ilusión como la que uno ha puesto en todo su proceso de construcción. Y más aún si cabe cuando al día siguiente, y tras haberlo probado correctamente en un buen equipo, ¡me comenta que tiene un sonido fantástico!. Esa es la mejor recompensa, no puedo estar más orgulloso. ¡Muchas gracias, y que lo disfrutes con salud amigo!. ¡Ah!, y...., ¡que viva San Mateo!.
P. D.: Añado unas fotos de Tierra Santa sobre las tablas, en la sala Rock City (Valencia), en donde el pasado día 9 de noviembre Roberto sometió al Bass Bömber a la prueba de fuego del directo. Arriba Tierra Santa!!
P. D.: Añado unas fotos de Tierra Santa sobre las tablas, en la sala Rock City (Valencia), en donde el pasado día 9 de noviembre Roberto sometió al Bass Bömber a la prueba de fuego del directo. Arriba Tierra Santa!!
Fotos de Irene Bernad y María José Del Castillo.
Gran trabajo!, enhorabuena!!
ResponderEliminarMuchas gracias!!
EliminarBueno Vicente. Estupendo trabajo y reportaje. Me llamo Salva y me conocerás del face imagino. Supongo que la tarea habrá tenido que ser muchísimo más ardua de lo que en el se refleja. Construir un instrumento no es moco de pavo. No se las semanas que te habrá llevado pero debes de estar orgullosísimo de los que has creado. Roberto como bien dices, es un tío enorme en todos los sentidos. Lo conozco desde hace más de 23 años y es un pedazo de persona increible. Enhorabuena no solo por este tarbajo sino por todos los demás. Es un placer saber que hay gente en pleno siglo XXI capaz e crear cosas tan bellas con sus manos. Un saludo.
ResponderEliminarHola Salva!!, pues sí, te he visto por el Fb, y también suelo seguir tus publicaciones. La tarea ha sido complicada, sí, pero realizada con mucha ilusión y entusiasmo. Muchas gracias por tus elogios y por divulgar mis trabajos. Saludos!!
EliminarEnorme trabajo, Vicente, me dejaste sin palabras, soy hermano de Roberto, el que vive en Argentina, capaz que te haya hablado de mi. Tienes que sentirte muy orgulloso de haber realizado semejante tarea y mi hermano de lo que debe de sentirse orgulloso es de tener un amigo como tu, eso no tiene precio. Un cordial saludo.
ResponderEliminarHola Fer!!, sí, Roberto me ha hablado en varias ocasiones de ti, jejje. Pues realmente no sabría decirte quien está más contento de los dos, porque para mí es una sarisfacción enorme ver lo mucho que le ha gustado, y también que él me diga que el aparato tiene un buen sonido. Saludos!!
EliminarBuenísimo tu trabajo Vicente!! Como disfruto leyendo tu blog, aunque se que detrás de esas imagenes y esas letras has pasado muchas horas de duro trabajo, el resultado ha sido ¡¡excelente!! ¡¡enhorabuena por otro trabajo bien hecho!! ;) saludos!!
ResponderEliminarMuchas gracias!!. Sí, hay muchas horas de trabajo, y muchas más invertidad con anterioridad en buscar información y contrastarla, jejje. Saludos!!
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