Un bello auto de ensueño: Hispano-Suiza H6C Dubonnet Xenia Saoutchik Coupé (1.938).

  Tras un largo periodo de tiempo (todo lo que va de año y parte del anterior) sin realizar ningún trabajo relacionado con el mundo del motor, os presento ahora mi nueva creación: el Hispano-Suiza J6C Dubonnet Xenia Saoutchik Coupé. Mi amigo Jose, de Asturias, para quien ejecuté ya en su momento el Pegaso Z-102 Berlinetta Tourin 2ª Serie Ref.: 60, es la persona que me ha realizado este encargo. Ciertamente, hace ya como dos años que Jose me encargó esta pieza, pero entre unos trabajos y otros, no encontré el momento de ponerme a ello hasta hace unas semanas.
  Este auto, ejemplar único en el mundo, tiene una historia muy peculiar. Su creador, el francés André Dubonnet, fue piloto de combate durante la I Guerra Mundial. Tras el fin de la misma, su pasión por el mundo del automovil (los españoles Hispano-Suiza especialmente) y las carreras, le llevó a diseñar y construir sus propios autos para competir, ganando varias carreras en los años ´20.
  Ya en la siguiente década, tras varias invenciones y patentes relacionadas con el mundo del motor en su haber, diseñó un sistema de suspensión que era capaz de adaptarse a cualquier tipo de carreteras. La suspensión "Dubonnet" constaba de un sistema de dirección y suspensión delantera independiente, en la que un semieje está montado de forma rígida sobre el chasis del vehículo, y el mecanismo se proyecta hacia adelante formando una rótula.

  A finales de los años ´30, en 1.938, Dubonnet quiso mostrar al mundo su ingenioso sistema de suspensión mediante la construcción de un vehículo. Para ello eligió uno de los casi 350 chasis Hispano-Suiza 46 CV H6 C fabricados entre 1.924 y 1.934 (con un potente motor de 6 cilindros, 8 litros y 160 CV), modificándolo mediante la instalación de su ingenioso sistema de suspensión. Tras esta modificación, envió el chasis a su copatriota, el carrocero Jacques Saoutchik, para vestir su creación como auto de ensueño. El resultado final fue el Hispano-Suiza J6C Dubonnet Xenia Saoutchik Coupé, un bellísimo coche, con unas preciosas a la vez que sencillas lineas que, aún hoy en día, llaman la atención y levantan pasiones allá a donde va.
  El pasado como aviador de Dubonnet también queda patente en el resultado final del coche: habitáculo aerodinámico en forma de gota de agua con parabrisas envolvente como si de la carlinga de avión se tratase, las ruedas traseras ocultas para mejorar la aerodinámica e impulsar el vehículo hasta casi los 180 km/h., o las puertas de apertura paralela lateral, como si las de un moderno monovolumen se tratase. Sus ventanillas, fabricadas en Plexiglás, se abrían hacia arriba, a modo de "alas de gaviota". También destacan en este auto el gran tamaño de las rejillas laterales, que envuelven todo el capó, y los faros integrados. Además, dispone de un lujoso maletero, con su juego especial de maletas hecho a medida.

  El éxito fue tal, que la patente del sistema de suspensión "Dubonnet" fue adquirida por Alfa Romeo, General Motors, Fiat y Delahaye.

  El coche se mantuvo en la misma familia durante medio siglo, siendo finalmente adquirido por Charles Morse, quien encarga a D&D Classic su restauración en los años ´90, con un resultado impecable, que le lleva a obtener el premio al coche cerrado más elegante en el prestigioso Concurso de Elegancia de Pebble Beach, en el año 2.000. Actualmente, el Hispano-Suiza Dubonnet Xenia Saoutchik Coupé está expuesto en el Mullin Automotive Museum, junto a algunos de los más apreciados y exclusivos automóviles que existen en todo el mundo.



  Pues nada...., llega el momento de ponerse manos a la obra!!. La madera elegida para este trabajo sigue siendo haya, como de costumbre, y la escala 1:20. Como siempre, acudo a la carpintería de mi tío Manolo a preparar un taco escuadrado para comenzar a trabajar, trazando ya las primeras lineas de su perímetro:

  Ya en este punto, quizá algun@s de vosotr@s os habéis dado cuenta de que hay algo diferente en la forma de plantear este trabajo, algo diferente a todos los coches anteriores....

  Una vez que el trabajo adquiere sus primeras formas, ya sí que se aprecia la diferencia, no?. Efectivamente, este coche no tiene peana. Todos los coches que hice con anterioridad, llevan su peana incorporada, es decir, coche y peana son de una misma pieza, trabajadas a la vez. Pero las formas que este coche tiene en su parte inferior trasera, serían imposibles de realizar correctamente con la peana ahí, y el resultado en esa zona no sería bueno. Visto el asunto, comenté con Jose este contratiempo, y ambos llegamos a la conclusión de que sería mejor hacer el coche por un lado y la peana por el otro, y unirlas al final. Continuamos con el proceso dando forma al habitáculo:

   Al frontal:

  Ahora, a la parte trasera:

   Turno para los pasos de rueda delanteros y traseros:

  Puliendo el frontal:

 Rematando el habitáculo e imprimándolo para que no coja manchas:

  

  Rebajando la zona de las rejillas:

   Marcando las lineas de las puertas y el capó:

   Acanalando y ajustando las piezas que formarán la rejilla:

   Turno para la parte trasera:

   Preparando para acoplar los tapacubos....:

   ....y los faros:

   La parrilla del radiador y las llantas:

  Colocando los últimos detalles....:

 ....y a barnizar!!

  Una semana después, cuando el barniz está ya bien curado, coloco el coche en su peana. Y el resultado final es el siguiente:

   Añado ahora unas fotos de las dos criaturas que hice para Jose. Pegaso Z-102 BT2 y HS Dubonnet Xenia

  Para finalizar, unas imágenes con la criatura:

  Y esto ha sido todo por el momento. Ahora, tengo entre manos otro trabajo que nada tiene que ver con el mundo del motor, pero seguro que muy pronto realizaré algún otro vehículo.... Muchas gracias a tod@s por vuestra atención!!